En una consulta «normal» de primera ocasión, hago en promedio entre 80 y arriba de 100 preguntas para elaborar un expediente médico. En una subsecuente o de urgencias va de una (1) a 10 en promedio. La cantidad tiene que ver con todos los factores de que está compuesto el interrogatorio, la edad del paciente, estado de salud, alimentación, antecedentes, hábitos, alergias, profesión o trabajo, medicamentos que tome y el padecimiento que cursa.
Con el uso cada vez más común y obligado de teléfonos inteligentes, así como las nuevas tecnologías y aplicaciones en los mismos, la facilidad para una consulta rápida sin hacer cita, evitar meterse en el tráfico, o diferenciar a manera de flash si verdaderamente es una urgencia lo que tiene nuestro hijo o no, hace tentador que con unos cuantos movimientos de pulgares en el touchpad, el médico al otro lado de la ciudad, nos de la respuesta precisa para decidir entre, correr a la farmacia, a urgencias o a su oficina.
Se que a muchos colegas esto les ha resultado complicado, he escuchado quejas que van desde que les ha bajado la consulta, hasta que por una interpretación alterada, el paciente tomó una decisión distinta a la que él sugirió. Otra queja frecuente tiene mucho que ver con: que los tiempos de antes eran mejores. Cosa con la que no concuerdo, siempre he pensado qué «cuando piensas que estuvo mejor lo añejo, te estás haciendo viejo Don Cangrejo»… sigo concluyendo que todo es para bien. Recuerdo en los días de Universidad, cómo para aprender a leer un EKG nos llegó a tomar semanas o el semestre para en verdad hacerlo bien y ahora, desde YouTube el Dr Ghanshyam te lo deja más claro que el agua del Río Bravo en menos de una hora sentadito en casa. Los avances son para bien, lo sostengo.
Otro fenómeno en la nueva forma de ver las consultas, atañe a la rapidez y calidad con que se traslada la información y se presta un servicio. Le llaman «überización» de los servicios (haciendo referencia a la empresa de Taxi über y su éxito por la nueva demanda), pero la entrega de productos y servicios comenzó a mediados de los 90’s, ya era normal pedir por la red el supermercado, así como comida rápida en algunos lugares y libros, películas y discos en Amazon al igual que Ebay que junto con mercadolibre, años después, nos facilitaron los tiempos para ordenar, esperar y en el inter, hacer otras cosas.
Si la oferta de productos y servicios ya lleva 20 años en éste nicho, era cuestión de tiempo para que la medicina y los servicios de salud dieran el salto, la gran pregunta era «¿cómo?».
Personalmente no tengo ningún problema en dar consultas por WhatsApp, la mayoría de los pacientes saben mi cuenta pues planteo esa posibilidad en la consulta de primera vez y sin necesidad de andar cobrando, terminan por depositarme por el tiempo invertido y la prestación del servicio.
La más grande complicación sería y por eso inicio con ese dato la columna, que todas las preguntas que yo haría en una consulta, así como datos que obtendría por medio de la observación serán obviamente omitidos, dejando esto un sesgo en la información obtenida. Terminando muchas veces en la mente del paciente y médico la pregunta en el aire «¿y si resulta que no me quería decir eso y… [coloque aquí su miedo más grande]?»… y pasa con todo, porque si te envían resultados de laboratorio, por más que conozcas al paciente, lo que interpretamos esta ya descontextualizado, ya que en un gran porcentaje de casos los resultados no tienen nada que ver con lo que observamos. Con lo que nos envían de laboratorios y por más que el paciente se esmere en darnos la información que el cree importante (porque también muchas preguntas que haríamos en consulta, están sujetas a lo que observamos o escuchamos, incluso el tono de voz, mirada y lectura corpórea que les damos) lo que terminamos obteniendo son solo «virtuales certezas«.
Siempre he estado consciente de ello, por eso es que no dudo en dar el servicio por celular pero, le recuerdo al paciente de hacer lo posible por acudir a la oficina al día siguiente, llamarle a mi asistente para una cita, aunque se sienta bien, si bien ya no como una urgencia, sí para darle un seguimiento y documentar en su expediente. Los antecedentes son importantes para visitas futuras.
Se puede decir entonces, que la pieza faltante para que la medicina termine integrandose mas fácil y rápido en este mundo de sistemas, comunicaciones y rapidez de un servicio, tiene que ver con lograr un vínculo o contacto médico-paciente a como de lugar. Que difícilmente se dará, hasta no contar con una imagen total, virtual del enfermo en vivo, en la que mientras observamos, a un lado de esa imagen u holograma, aparecen los datos relevantes, y desde luego, en tiempo real, cómo: temperatura, tensión arterial, frecuencia cardiaca, latido cardiaco, pulso, respiración, glucosa, colesterol, campos pulmonares, fondo de oído, membrana timpánica, faringe, hidratación de piel y tegumentos, así como ruidos intestinales.
En vía de mientras, avancemos a la par de los cambios, con las herramientas disponibles y la responsabilidad de las dos partes, porque las dos estamos obviamente involucradas, médico y paciente.
Tratando de ponernos al día para «cuando el futuro nos alcance», tuve la fortuna de unir intencionalidades con Wellness Around (Facebook) @wellnessaround (Twitter) una empresa que sabedora de la importancia de trasmitir salud, de contagiar bienestar, con la misión y el objetivo claro de acercar a quienes buscaran servicios de salud precisamente con los médicos, especialistas, terapeutas, nutriólogos, psicólogos, entrenadores, así como diferentes proveedores de servicios de wellness (gimnasios, laboratorios, farmacias, restaurantes especializados, etcétera) de todas las áreas de la medicina, salúd integral preventiva y terapéutica.
El compromiso de ellos es hacer más sencillo el proceso de comunicación entre pacientes (ustedes) y nosotros los proveedores. Ahora lo divertido será en esa unión, juntar a quienes sabemos que tenemos algo valioso que sumar a su estilo de vida, al manejo de algún padecimiento o ayudar a prevenir, con todos ustedes que desde su teléfono móvil, o desde su ordenador en casa, trabajo o cualquier lugar, nos encontremos nos desvirtualizaremos, para asociarnos en pro de lo más valioso que tenemos, su salud y nuestra pasión por la práctica médica.
Espero ya, ya darles noticias próximamente para que en las siguientes 2 semanas, puedan ya navegar en nuestra aplicación, ver todos los servicios y lo fácil que será ahora, hacer aún más profesional la consulta, las citas, procedimientos y atención, acorde con las nuevas necesidades, de esta favorable, ágil y dinámica forma de ver el mundo y nuestro bienestar.
*Consejos al hacer una consulta médica por WhatsApp, correo, mensajería o chat.
-Tratar de meter toda tu consulta y preguntas, dudas y demás en una sola publicación. O sea, tanto el saludo al médico, y el preguntarle si puedes hacer la consulta por esa vía, incluyelo en un solo mensaje. Si es algo de urgencia llamar (claro) si es urgencia relativa, que sea lo primero que escribes en el mensaje, ya después saludos info y demás. No olvidar que generalmente, sea la hora que sea, es posible que esté en otra consulta, ya sea en vivo, en el teléfono, en el mismo WhatsApp o servicio de chat. Si divides tus mensajes en saludos, luego cuestionas si es que se puede dar la consulta y demás cosas, como descripción, es posible que se interrumpa varias veces la comunicación que el está teniendo por cómo trabajan los servicios de mensajería, lo que no sólo retrasará la atención que pueda estar brindando, sino de paso la tuya. Agilizar es la clave.
-Si bien, el paciente generalmente no es médico, nadie conoce mejor su cuerpo que el mismo afectado, así que importante incluir desde la cronología (cuando empezó, ha ido mejorando o empeorando) intensidad de la afección, presencia o no de fiebre, que esta padeciendo pero lo más coloquial posible. Que medicamentos toma, no nada más para lo que padece en ese instante, sino también todos los que toma comúnmente incluyendo vitaminas y suplementos. Si bien, es posible que el Doctor le recuerde y más si es paciente común, es importante recordarle si toma algo, para padecimiento crónico o de largo plazo (diabetes e hipertensión, epilepsia, medicamento controlado) recordemos que los expedientes los tiene en su oficina y es muy probable que si está fuera de ella no los pueda ver.
-Si era urgencia relativa y no contestó en los tiempos que a usted como paciente le hubiera gustado y decide ir a una sala de Urgencias u otro médico, sería buen detalle, mandar otro mensaje en el que le comente que ya se dirige a otro lugar. Seguramente y ya con el problema resuelto, su médico le contactará para ver cómo sigue, qué sucedió y que manejo se le brindó. Este tipo de datos ayudarán en futuras comunicaciones entre su médico y usted. Obviamente en mejores diagnósticos, pronósticos y manejos al conocer mucho más del paciente.
-No existen preguntas bobas, sobre todo si te pica en la cabeza, si ya estás redactando una consulta por sistema de mensajería y esa duda tiene que ver con el padecimiento, exprésala, te ayudará no solo a dormir mejor, sino que mejorará el proceso del tratamiento. Si no tiene nada que ver con la enfermedad, mejor esperar a verle en la consulta, queremos a tu médico concentrado en ayudarte en ese problema ahora, con su atención individida.
-Pregunta si algo no entiendes. Ya muchos médicos en su lenguaje son más coloquiales, pero a una mayoría aún les cuesta. Si usó un término que no entiendes, pregunta y hasta que no quede claro, insiste. En ese proceso, el médico reflexionará, solito, con el fin de agilizar y mejorar la comunicación irá modificando sus herramientas de comunicación y su universo de palabras. Cada vez será una mejor versión de él para ti y el manejo de tu salud.
– Haz cita para seguimiento, lo más pronto posible. La mayoría de las consultas en mensajería o teléfono no pasan a ser parte del archivo o expediente que ya tenemos. De contar el médico con todo eso en tu historial, le ayudará a crear estrategias para mantenerte sano, para mejorar tu sistema inmune o incluso para anticiparse a un futuro padecimiento serio, que comprometa tu vida. El seguimiento es tan importante como la consulta.
Hoy que decidí hablar de tecnología, avances y el futuro de la práctica médica en esta era de las comunicaciones, les recomiendo este libro: «Blue Oceans Strategy» de W. Chan Kim y Renée Mauborgne. Que aunque nos habla de como ver mejores oportunidades de negocios donde otros no las ven. En la mayoría de sus capítulos, se pueden encontrar analogias muy fáciles de identificar, entre nuestro estado de salud, las áreas de oportunidad para mejorar cada día y ver precisamente en un estado de conciencia a nuestro cuerpo como una empresa.
Empresa en la que cada departamento o área específica es un órgano, los empleados son la sangre, el alimento sería la materia prima, nuestro estado de salud visto en las ventas y ganancias ¿cómo cuidar nuestro cuerpo empresa, hacerla cada vez más vigorosa, más eficaz en órganos, sangre, sistemas para obtención de vitalidad, ganancias y eliminación de toxinas?
«En la niñez de la humanidad creemos ver con los ojos, en la adultez, aprendemos que es con el corazón. En la sabiduría de la conciencia plena, sabemos que es con cada célula»
CarLost