No tenía pensado ir a “El cuartel”, la última vez que me presenté en ese lugar me había pasado de chelas y recuerdo haberme sorrajado 2 llaves de pésima soda, compartida por uno de los niños que frecuentan el club (terminé con una cruda tan culera, que en verdad inicié la redacción de mi testamento) verán, no tenía buenos motivos y generalmente cuando no los tengo, mejor evito caer. Más, era el festejo de los 10 años del under Modzine y eso prometía. Sí, la peda había estado chirita la última ocasión. Trataba de recordar a mi Tía Católica de Monterrey repitiéndome “recuerda lo bueno, desecha lo malo” así que opté por borrar el asunto del par de líneas polutas y me concentré en el ambiente tan chido que el buen Moi sabe poner, ese man es cómo una especie de vaca sagrada en el asunto Modzine chilango, no sólo cuenta con el conocimiento, sino que tiene la ondita y el beat cuando se trepa a cantar con su banda.
Inicié un diálogo interno patrocinado por las 3:
-Esos weyes ni Vespa tienen y se creen MODS Collado.
-Sí, pero tocan chido.
-Pero… pero, la última vez que fuiste, ya ves como te pusiste por andar de nariz alegre.
– Ahhh pero las chelas estaban re buenas (Cómo buen norteño, sé apreciar cuando algún tugurio chilango se precia de ofrecer bironga helada-muerta y “El cuartel” es uno de esos).
– Wey, recuerda que esos canijos se visten cómo tus jefes cuando naciste y ya pedo los desprecias al confundirlos con Godinez o con tus mismos páis… Sí te andan rompiendo tu madre Collado.
Estaba parado en la esquina de Álvaro Obregón e Insurgentes, allí donde se lleva a cabo lo más chicles de la novela “Las Batallas del desierto” me imaginaba a estos MODS rompiéndome la madre al ritmo de “Everybody was Kung fu fighting” enfundados en su percha sesentera. Setentera. Santanera. Alguna energía rara debía tener esa esquina que me mantenía en trance indeciso. De repente, se me apareció el Emma en su bicla y prometió que nos alcanzaría en un ratón, me desapendejó el claxón de un coche que me apuraba a no estorbar y ese “no sé que hacer” se me disipó con la siguiente apuesta. Iría a la Bipo, lugar donde Gerardo Rinconcillo había quedado de vernos antes del asunto del Modzine y si estaba alguien, igual y me animaba. Llegué y no había nadie más que Gerardo, comenzamos a chelear y al poco rato se unieron Tere Carmona, Fab su novio y un compa nuevo, Juan Oscar López que pasó por 2-3 peripecias con los de Vespa Polanco (pá variar jejeje… ¡huevos pá Vespa Polanco!)
Total, que ya entrados en cheve decidimos apoyar a la escena MOD acudiendo al Cuartel. Ya estando allí, que nos llegan Luis Alejandro y Tanya cada uno en su respectiva Vespa ¡ya éramos varios en nave! De inicio estaban pinchado. No sé quien era el Diyei, no recuerdo que captara mi atención, así que me subí al bazar-mercadillo vintage que habían montado en el piso de arriba, tenían dos que tres cosas muy chidas pero yo solo me compré algunas antiguas publicaciones de la revista que edita el Moi para la onda Fanzine Modzine o algo así, están muy fregonas y te dan una idea bastante clara de la escena MOD en Chilangoland.
Llevábamos varios golpes de botella acompañados de salud verbal o telepático, sin que el entornó o el ambiente me convencieran de que había tomado la decisión acertada.
No sentí que “The hide times” logrará prenderme tanto, o sea, no me lo tomen a mal, son excelentes músicos pero cómo que aún les falta alguito en interpretación vocal. Creo. Mas en eso y no sé en qué pinche momento, tomó el escenario la banda “Soho Club” y estos cuates sí que la supieron mover, jalándonos a todos al front stage para verlos en su dominio instrumental y de lírica. No podían haber cerrado mejor su actuación y lo hicieron acompañados del Moi con adrenalina y harmónica en mano, recuerdo 2 rolas del cierre: “House of the rising sun” y “You really got me” con la que me le subieron cómo 4 grados a todas las chelas e hidroponizaron la noche.
You really got me! You really got me now!
Se iban de la tarima, en verdad pensé que seguían “Los Ovnis” que eran la banda más esperada de la noche debido a su recorrido, a sus pergaminos y a sus cómo 50 años de historia, cuando nos sorprendió “Viv and the Sect” otra banda chilanga pero esta de niveles supremos a todas las anteriores, su cantante con un look muy a la James Brown latino entendió perfectamente el compromiso que tenía delante de sí. Ya nos habían trepado los de “Soho Club” ya nos había pimpeado la noche y ahora estos cabrones no podían dejarnos caer. Y no lo hicieron. De inicio con “If I try”, continuando con “My last mistake, My love is real, Blues days, Blesseone” entre otras.
Fabian, el novio de Tere ya amenzaba y amenazaba con un Slam, mismo que no progresó simplemente porque la banda MOD no quería arrugar la terlenka ni perder el estilo, pero ni él, ni yo o los demás requerimos de eso, ya que esta pandilla al menos a mi, me hizo entender que esta bola de sesenteros perdidos en el tiempo, no requieren de una Vespa o una Lambretta para ser MODS, menos de la apariencia, el peinado, el pasito milimétrico y el chasquido de dedos con altanería, estos cabrones tienen lo más importante que es la actitud y el puto ritmo, sí, el putísimo ritmo que no soltaron hasta las últimas rolas: “Now you’re gone, This will pass, Going to México” mismas que nos dejaron con una sensación de plenitud, de una especie de “penta-orgasmo” quezque le llaman y en los que la ebullición es tanta que ya no quieres saber más nadita de ná.
No podíamos quedarnos a ver a “Los Ovmnis”. Ya habíamos obtenido nuestro chute. No hacía falta más y nos retiramos los Malportados y Malportadas ya medios jarras, vibrando aún con los últimos acordes y expectantes de lo que se nos viene en el 5º Encuentro Nacional Vespa pues estas bandas estarán allí para romperla con nosotros y con todos los que se animen a Malportarse en menos de 60 días.
Ya solo tengo buenos recuerdos del cuartel. Nunca doy consejos porque tampoco los tomo, pero, próxima vez que toquen estas bandas no se desaparezcan porque con ellos no requieren de lineas, llaves ni carrujos, con ellas hay garantía de un fix bien hecho, para que nos lo baje lentamente el viento en la cara, rodando en la madrugada.
You really got me! You really got me!