Todos son clics, pero unos de mayor importancia o que requerirán en kilos, osadía.
Clic, clic… Clic, clic-clic…
El clic de bloqueo en lugar del de mensaje y encontrar los por qués.
Clic
Clic
Clic
Quizá todos deseamos iniciar una guerra mundial, con el clic ese, al botón rojo y lo sublimamos con el de un lado: dejar de seguir.
Con el de silenciar, con el de configurar nuestra se-gu-ri-dad, con escondernos u ocultar una relación, que parezca amistad.
Clic, clic; clic: clic.
Es más fácil favear, corazonear, lickear que hacer el click de «llamada» o en el timbre a la casa de la persona amada ¿amada?
O en el de comprar el vuelo para alcanzarle ya que la vida es ya, mejor el de acepto a quien le ha de reemplazar y cambiar…
¡Clic!
Pero cómo decía, unos requieren osadía u ho-nes-ti-dad y otros simplemente son más fácil.
Cli-c
Toma los mismos clics el poner un candado y que nadie le vea, que los de mandar claveles en ramo, que nadie tampoco vea ¿o sí?
¿Clic?
Y de orgullo compartes… ¡Dos clics!… Pero, en unos nos escondemos, en otros mostramos.
Es más fácil retuitear un Meme clichoso, al fin te respalda quien lo maquinó y firmó… son menos clics.
Que de tu corazón escribir lo que brota-enchufas-lates, son más clics pero muchos más huevo, corazón y nervio… ¿Latió?
Clic, clic; clic: clic… Clic, clic-click, clic-clic, clic-clic.
Carlos Patricio